Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre: Porque adorno de gracia serán á tu cabeza, Y collares á tu cuello. (Proverbios 1:8-9)
Referencias:
Deuteronomio 21:18
Si un hombre tiene un hijo terco y rebelde que no obedece a su padre ni a su madre, y cuando lo castigan, ni aun así les hace caso,
Proverbios 4:1
Oíd, hijos, la instrucción de un padre, y prestad atención para que ganéis entendimiento,
Proverbios 5:13
No he escuchado la voz de mis maestros, ni he inclinado mi oído a mis instructores.
Proverbios 6:20
Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre;
Proverbios 23:22
Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando envejezca.
Jeremías 35:8
Y nosotros hemos obedecido la voz de Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, en todo lo que él nos mandó de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas,
Génesis 41:42
Y Faraón se quitó el anillo de sellar de su mano y lo puso en la mano de José; y lo vistió con vestiduras de lino fino y puso un collar de oro en su cuello.
Salmos 73:6
Por tanto, el orgullo es su collar; el manto de la violencia los cubre.
Proverbios 3:3
La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón.
Proverbios 3:22
y serán vida para tu alma, y adorno para tu cuello.
Proverbios 4:9
guirnalda de gracia pondrá en tu cabeza, corona de hermosura te entregará.
Cantares 4:9
Has cautivado mi corazón, hermana mía, esposa mía ; has cautivado mi corazón con una sola mirada de tus ojos, con una sola hebra de tu collar.
Jeremías 35:8
Y nosotros hemos obedecido la voz de Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, en todo lo que él nos mandó de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas,
Ezequiel 16:11
`Te engalané con adornos, puse brazaletes en tus manos y un collar a tu cuello.
Daniel 5:29
Entonces Belsasar ordenó que vistieran a Daniel de púrpura y le pusieran un collar de oro al cuello, y que proclamaran acerca de él, que él tenía ahora autoridad como tercero en el reino.
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