Y les dijo: Yo veía á Satanás, como un rayo, que caía del cielo.(Lucas 10:18)
Referencias:
Isaías 14:12
¡Cómo has caído del cielo, oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por tierra, tú que debilitabas a las naciones.
Mateo 4:10
Entonces Jesús le dijo: ¡Vete, Satanás! Porque escrito está: ``AL SEÑOR TU DIOS ADORARAS, Y SOLO A EL SERVIRAS.
Apocalipsis 12:9
Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.
Otras:
Apocalipsis 12:7
Entonces hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon,
Referencias:
Daniel 10:13
Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso por veintiún días, pero he aquí, Miguel, uno de los primeros príncipes, vino en mi ayuda, ya que yo había sido dejado allí con los reyes de Persia.
Daniel 10:21
Sin embargo, te declararé lo que está inscrito en el libro de la verdad, pero no hay nadie que se mantenga firme a mi lado contra estas fuerzas, sino Miguel, vuestro príncipe.
Daniel 12:1
En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que vela sobre los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de angustia cual nunca hubo desde que existen las naciones hasta entonces; y en ese tiempo tu pueblo será librado, todos los que se encuentren inscritos en el libro.
Mateo 25:41
Entonces dirá también a los de su izquierda: ``Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles.
Judas 1:9
Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.
Apocalipsis 12:3
Entonces apareció otra señal en el cielo: he aquí, un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas había siete diademas.
Apocalipsis 12:4
Su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo cuando ella diera a luz.
Apocalipsis 12:8
pero no pudieron vencer, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
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