Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. (Salmos 32:3)
Referencias:
Salmos 22:1
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿ Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor?
Salmos 31:10
Pues mi vida se gasta en tristeza, y mis años en suspiros; mis fuerzas se agotan a causa de mi iniquidad, y se ha consumido mi cuerpo.
Salmos 38:8
Estoy entumecido y abatido en gran manera; gimo a causa de la agitación de mi corazón.
Salmos 39:2
Enmudecí y callé; guardé silencio aun acerca de lo bueno, y se agravó mi dolor.
Salmos 39:3
Ardía mi corazón dentro de mí; mientras meditaba, se encendió el fuego; entonces dije con mi lengua:
Proverbios 28:13
El que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia.
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