Porque no hay hombre que no peque


1 Reyes 8:46 
Si hubieren pecado contra ti (porque no hay hombre que no peque), y tú estuvieres airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautiven y lleven a tierra enemiga, sea lejos o cerca,


Referencia:

Romanos 3:23 por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios,

1 Juan 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.

Levítico 26:34 ``Entonces la tierra gozará de sus días de reposo durante todos los días de su desolación, mientras que habitéis en la tierra de vuestros enemigos; entonces descansará la tierra y gozará de sus días de reposo.

1 Reyes 8:45 escucha desde los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia.

2 Reyes 17:6 En el año noveno de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y se llevó a Israel al destierro en Asiria, y los puso en Halah y en Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos.

2 Reyes 17:18 Y el SEÑOR se airó en gran manera contra Israel y los quitó de su presencia; no quedó sino sólo la tribu de Judá.

2 Reyes 25:21 Entonces los hirió el rey de Babilonia y les dio muerte en Ribla, en la tierra de Hamat. Así Judá fue llevado al cautiverio, lejos de su tierra.

Salmos 130:3 SEÑOR, si tú tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿quién, oh Señor, podría permanecer?

Salmos 130:4 Pero en ti hay perdón, para que seas temido.

Salmos 143:2 y no entres en juicio con tu siervo, porque no es justo delante de ti ningún viviente.

Proverbios 20:9 ¿Quién puede decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?

Eclesiastés 7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.

Nota: a través de Cristo Jesús 
Romanos 3:25 a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente,

Romanos 3:26 para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que El sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús.

El castigo de Dios es terror para mí

Job 31:23 
Porque el castigo de Dios es terror para mí, y ante su majestad nada puedo hacer.

Referencia:
Nehemías 5:15 Pero los gobernadores anteriores que me precedieron gravaban al pueblo y tomaban de ellos cuarenta siclos de plata además del pan y del vino; también sus sirvientes oprimían al pueblo. Pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.

Job 13:11 ¿No os llenará de temor su majestad, y no caerá sobre vosotros su terror?
Job 30:15 Contra mí se vuelven los terrores, como el viento persiguen mi honor, y como nube se ha disipado mi prosperidad.
Job 31:3 ¿No es la calamidad para el injusto, y el infortunio para los que obran iniquidad?
Salmos 88:15 He estado afligido y a punto de morir desde mi juventud; sufro tus terrores, estoy abatido.
Nota:
Proverbios 24:11 Libra a los que son llevados a la muerte, y retén a los que van con pasos vacilantes a la matanza.
Salmos 82:4 Rescatad al débil y al necesitado; librad los de la mano de los impíos.

Hay solo un Dios justo y Salvador

Isaías 45:21
Publicad, y hacedlos llegar, y entren todos en consulta: ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador: ningúno otro fuera de mí.
Referencia:
Hechos 15:18 DICE EL SEÑOR, QUE HACE SABER TODO ESTO DESDE TIEMPOS ANTIGUOS.
Salmos 83:18 para que sepan que sólo tú, que te llamas el SEÑOR, eres el Altísimo sobre toda la tierra.
Isaías 19:20 Y será por señal y por testimonio al SEÑOR de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque clamarán al SEÑOR a causa de sus opresores, y El les enviará un salvador y un poderoso, el cual los librará.
Isaías 41:22 Que expongan y nos declaren lo que ha de suceder. En cuanto a los hechos anteriores, declarad lo que fueron, para que los consideremos y sepamos su resultado, o bien, anunciadnos lo que ha de venir.
Isaías 41:23 Declarad lo que ha de venir después, para que sepamos que vosotros sois dioses. Sí, haced algo bueno o malo, para que nos desalentemos y temamos a una.
Isaías 41:26 ¿Quién lo anunció desde el principio, para que supiéramos, o desde tiempos antiguos, para que dijéramos: Tiene razón? Ciertamente no había quien lo anunciara, sí, no había quien lo proclamara, ciertamente no había quien oyera vuestras palabras.
Isaías 43:3 Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador; he dado a Egipto por tu rescate, a Cus y a Seba en lugar tuyo.
Isaías 43:9 Todas las naciones a una se han reunido y se han congregado los pueblos. ¿Quién de ellos declarará esto y nos proclamará las cosas anteriores? Que presenten sus testigos y que se justifiquen, que oigan y digan: Es verdad.
Isaías 43:11 Yo, yo soy el SEÑOR, y fuera de mí no hay salvador.
Isaías 44:7 ``¿Y quién como yo? Que lo proclame y lo declare. Sí, que en orden lo relate ante mí, desde que establecí la antigua nación. Que les anuncien las cosas venideras y lo que va a acontecer.
Isaías 45:5 Yo soy el SEÑOR, y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Dios. Yo te ceñiré, aunque no me has conocido,
Isaías 46:9 Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios, y no hay otro; yo soy Dios, y no hay ninguno como yo,
Isaías 48:3 Las cosas pasadas desde hace tiempo las declaré, de mi boca salieron y las proclamé. De repente actué y se cumplieron.
Isaías 48:14 Congregaos, todos vosotros, y escuchad. ¿Quién de entre ellos ha declarado estas cosas? El SEÑOR lo ama; él ejecutará su voluntad en Babilonia, y su brazo será contra los caldeos.
Isaías 60:16 Y mamarás la leche de las naciones, al pecho de los reyes mamarás; entonces sabrás que yo, el SEÑOR, soy tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.
Oseas 13:4 Mas yo he sido el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; no reconocerás a otro dios fuera de mí, pues no hay más salvador que yo.
Zacarías 14:7 Será un día único, conocido sólo del SEÑOR, ni día ni noche; y sucederá que a la hora de la tarde habrá luz.
Zacarías 14:9 Y el SEÑOR será rey sobre toda la tierra; aquel día el SEÑOR será uno, y uno su nombre.

 Nota:
Mateo 11:28 Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.
Mateo 11:29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS.

Dios del cielo, Dios grande y terrible,

Nehemías 1:5 
Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios del cielo, Dios grande y terrible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos;

 Referencia:
Éxodo 20:6 y muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

Deuteronomio 7:21 No te espantes de ellos, porque el SEÑOR tu Dios está en medio de ti, Dios grande y temible.
1 Reyes 8:23 Y dijo: Oh SEÑOR, Dios de Israel, no hay Dios como tú ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y muestras misericordia a tus siervos que andan delante de ti con todo su corazón,
Nehemías 4:14 Cuando vi su temor, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: No les tengáis miedo; acordaos del Señor, que es grande y temible, y luchad por vuestros hermanos, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestras mujeres y vuestras casas.
Nehemías 9:32 Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, poderoso y temible, que guardas el pacto y la misericordia, no parezca insignificante ante ti toda la aflicción que nos ha sobrevenido, a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta el día de hoy.
Salmos 47:2 Porque el SEÑOR, el Altísimo, es digno de ser temido; Rey grande es sobre toda la tierra.
Salmos 89:2 Porque dije: Para siempre será edificada la misericordia; en los cielos mismos establecerás tu fidelidad.
Salmos 89:3 Yo he hecho un pacto con mi escogido, he jurado a David mi siervo:
Daniel 9:4 Y oré al SEÑOR mi Dios e hice confesión y dije: Ay, Señor, el Dios grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia para los que le aman y guardan sus mandamientos,

Nota:
Job 31:23 Porque el castigo de Dios es terror para mí, y ante su majestad nada puedo hacer.